martes, 21 de diciembre de 2010

Esperanza

Bueno se acaba el año y como siempre y no se porque motivo hacemos una valoración de todo lo que ha pasado este año. Desde mi persona tengo que decir que ha sido un año bastante dificil, pero nunca me ha podido la tristeza y he intentado tirar hacia delante como he podido.Todavia no se si iré a mi país a pasar la nochebuena con mi familia, pero me queda la esperanza de poder llegar allí en año nuevo.
He aprendido mucho este año, he sabido aprender a valorar cosas que antes me resultaban insignificantes. Es muy duro tener a tu familia a kilómetros de ti y el llegar a casa y no tener ese abrazo de tu madre que tanto necesitas, pero despues de todo miro hacia delante con una vista muy positiva. Estoy en España (cosa que para algunos resultaría impensable), estoy sacándome la carrera que tanto he deseado toda mi vida y sobretodo y gracias a ello, tengo unos compañeros de piso que me han ayudado (como yo a ellos) a mirar hacia deltante y no quedarme en el camino.
Les hago a todos ustedes una llamada de esperanza, no desesperen si se encuentran piedras en el camino que con un simple punta pié pueden ser eliminadas, vendrán rocas gigantescas mas difíciles de apartar. Valoremos todo lo que tenemos aunque sea poco, pero ese poco que sea gracias a nuestra lucha diaria ya que hay personas que no tienen ni eso.
Ayer tarde el profesor de sociólogía nos puso un poema muy bonito, el cual me hizo reflexionar mucho sobretodo esto. Acá se lo dejo y solo decirles que Feliz Navidad y que nunca abandonen un sueño ya que "nada es imposible" como decia mi padre.

Un besazo a todos y GRACIAS




Ítaca

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
no temas a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni al colérico posidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Posidón encontrarás,
si no lo llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante tí.
Pide que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos antes nunca vistos.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nacar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes voluptuosos,
cuantos más abundantes perfumes voluptuosos puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu pensamiento.
Tu llegada allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguardar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.


 
( Constantino Cavafis)
 
 

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