lunes, 15 de noviembre de 2010

Cuento I. "La suerte de Hassim"

Llevaba sólo tres semanas en España y Hassim todavía no sabía lo que era vivir debajo de un techo. Salió de su país natal con lo puesto, en un pequeño barco de pescadores navegando tres días en alta mar con el fín de llegar al "Nuevo Mundo" para buscar una vida mejor. Dejó a su mujer y a sus tres hijos en su país y antes de salir les prometió que no muy tarde volvería a buscarles para llevarles a España y vivir mejor.
Hassim durmió durante tres semanas debajo de un puente, comiendo los restos que echaban a la basura de un restaurante no muy lejos de allí. 
Cada mañana cuando se levantaba con los ruidos de los coches y el frío del alba, se recorría las calles de su nueva ciudad con el fín de encontrar trabajo. Pero todas las noches cuando volvía era un intento fallido más, pero Hassim nunca perdía la esperanza.
Una mañana como todas las anteriores Hassim se dirigió a la rutina de siempre, pero aquel día Hassim no sabía que iba a cambiar su suerte. Cuando Hassim iba paseando por la calle vió salir corriendo a un chico poco más joven que él y a una señora a lo lejos gritando, Hassim rápidamente se dió cuenta que el chico le había robado a la señora y sin pensarselo dos veces salió corriendo tras el.
Cuando consiguió alcanzarle forcejeó con él y tras conseguir el bolso le sostuvo varios minutos en el suelo hasta que llegó la policía.
Hoy en día Hassim trabaja de jardinero en casa de la señora y pudo traerse a su familia de su país, su mujer trabaja de cocinera y sus hijos por fín pueden ir al colegio.
 No todos los inmigrantes pueden contar con esta suerte, pero si hay algo que resaltar en esta historia es que todavía aunque parezca mentira quedan buenas personas en el mundo.

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