Un día a la salida del colegio Gabriela tuvo que salir corriendo calle abajo porque las niñas de su clase comenzaron a tirarla piedras y a gritarla que el día menos pensado la cortarían su larga trenza negra.Gabriela llegaba todos los días a casa sofocada pero nunca decía nada a sus padres ya que no quería preocuparlos.
Una tarde cuando sonó el timbre del colegio Gabriela como todos los días recogió sus cosas y se dirigió al baño del colegio, cuando entró por la puerta un grupo de 5 chicas estaba esperándola en el lavabo, la cortaron el pelo, la dieron patadas, la pintaron la cara, la rompieron la ropa e incluso la metieron la cabeza dentro del váter.
Al oir mucho jaleo una de las profesoras se asomó al baño y vio lo que estaba pasando. Mandó a las niñas a dirección donde llamaron a sus padres, todo esto con Gabriela y sus padres delante. Los padres de las niñas muy avergonzados del comportamiento de sus hijas le compraron ropa a Gabriela y hasta les dijeron que si querían denunciar que lo hicieran que ellos no conocían el comportamiento de sus hijas. La madre de Gabriela les dijo que no denunciaría con la condición de que dejaran a su hija en paz.
Al poco tiempo Gabriela se cambió de colegio y allí hizo muchas amigas con las que compartió muchas vivencias y gracias a Dios hoy en día para ella todo lo que pasó quedo en un triste recuerdo.
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